¿Sabías que el fantasma de la ópera vivía en la Ópera Garnier? Descubre la historia de este edificio y quién reserva el palco nº 5
La Ópera Garnier también conocida como el Palacio Garnier o la Ópera de París fue diseñada por el arquitecto Charles Garnier e inaugurada en 1875 bajo el gobierno de la Tercera República. El
proyecto fue impulsado por Napoleón III. Junto con la moderna Ópera de la Bastilla, forman la Ópera Nacional de París.
La construcción de este edificio de estilo neobarroco empezó en el año 1860. Las obras fueron interrumpidas en varias ocasiones en 1870 por la guerra Franco-Prusiana, por la caída del Gobierno imperial de Napoleón III, durante la Comuna de París y también por otros problemas de índole técnica. La Ópera Garnier ocupa una extensión de 11.000 metros cuadrados y tiene una capacidad de aproximadamente 2.200 espectadores; su escenario puede acoger a 450 artistas.
La fachada principal fue concebida con la voluntad de ofrecer a los peatones un espectáculo permanente, como si fuera el decorado de un teatro. Su escalinata representa la separación entre dos mundos el exterior, el «real» y el interior el «imaginario». Los espectadores acceden al interior pasando entre sus columnas de piedra y mármol y sus grupos de esculturas: el Drama de Falquière, el Canto de Dubois, La Música de Guillaume, la Poesía Lírica de Jouffroy y la Danza de Carpeaux. Una vez dentro, en el vestíbulo principal las enormes esculturas de cuatro grandes músicos Rameau, Lully, Gluck y Haendel. En la fachada oeste hay una rampa doble por la que los carruajes podían circular y así evitar las intemperies al emperador y los abonados al teatro.
Probablemente uno de los elementos más llamativos del edificio sea la gran escalera de mármol blanco con una balaustrada de mármol verde y rojo que une los dos niveles. El propio Garnier dijo que «la Opera es la escalera, de la misma forma que los Inválidos son su cúpula y la iglesia de San Esteban del Monte su púlpito».
Los salones (“foyers”) son salas en las que los espectadores paseaban y se dejaban ver durante los entreactos. Están decorados con pan de oro y preciosos mosaicos. Los aficionados que disponían de un abono anual disfrutaban también de una entrada exclusiva por el Pabellón de los abonados. Este pabellón accedía directamente a la rotonda de los abonados. Otras estancias a destacar son el salón glacial ideal para disfrutar de un cocktail, el salón del sol y el salón de la luna vestíbulo de la sala de fumadores.
El teatro, verdadero corazón de la Ópera Garnier, tiene forma de herradura y está decorado en terciopelo rojo y tonos dorados. Tiene veinte metros de altura, cinco niveles y una galería superior. La araña de luces del auditorio central pesa más de seis toneladas. El techo luce la obra de Marc Chagall realizada en 1.964.
En la Biblioteca se conservan documentos de muy diversa naturaleza: partituras, libretos, manuscritos y partituras autógrafas así como maquetas, esbozos de piezas de vestuario y decorados, planos en tres dimensiones, fotografías, dibujos, etc., También hay manuscritos literarios, documentación artística y administrativa, carteles, programas, dosieres de prensa y archivos.
El fondo del museo es distinto al de la biblioteca y está formado por unas 2.000 piezas, entre las que podemos encontrar lienzos, esculturas, dibujos y objetos vinculados al arte lírico y la danza o relacionados con las grandes figuras de la Ópera de París, tanto creadores como intérpretes.
La Ópera Garnier estuvo rodeada de leyendas ,entre ellas la más conocida la de su fantasma. Fue escrita por Leroux y trata de un ser misterioso que causa el terror en la ópera para llamar la atención de una joven vocalista de la que está enamorado. El fantasma, además, chantajeaba a los gerentes para que le reservasen un palco…
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Palais Garnier
Place de l’Opéra
75009 París
Abierto todos los días: 10 h a 17 h,
Tarifa completa 10€.
Consultar tarifas reducidas y los días excepcionales de cierre en su página: http://visitepalaisgarnier.fr/es
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